Renaisment

viernes, 20 de abril de 2012

La ayuda del sol

Remando a contra corriente, estoy cerca de salir del tártaro, aquél infierno que pise por aferrarme a qué la buena voluntad existía y qué existían hadas qué por lo menos hablarían con la verdad.
La oscuridad siempre acecha al mago y a la hada, esta vez gano, pero no siempre lo hará. Un espíritu fuerte trasciende las dudas que la vida le va colocando en el camino y así es como progresare en esta mar de fuego, dudas y dolores.
Desangrándome, las criaturas carroñeras están tras de mi, esperando a qué me derrumbe para carcomer hasta mis huesos. No gasto energía siquiera es espantarlos pues aun tengo la fuerza y la voluntad para propinarles muerte y desvanecerlos.
Soy un danzante, de eso me convencí ayer, las danzas mexicas, purepechas y huicholas me hicieron flotar, los abuelos no flotan, vuelan.. y yo que creía que la danza-trance era lo máximo.. bailar solo es bello, bailar con todo un pueblo es increíble, eso si estuvo increíble, no como el concierto de los lamentos qué termine llorando buscándote en la nada, en la lluvia y en lo frío.

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