Alma guerrera!

Empaparse del mundo de las apariencias suena a ponerse detrás del mofle de un carro a respirar el azufre que sale de el.
El deseo, la mentira, la simulación y las formas son parte de la cotidianeidad. Comparto existencia con ese mundo por necesidad a final de cuentas, termina siendo un juego versátil en que el guerrero trasciende las pruebas diarias para acceder al nirvana.
Día con día, las múltiples caras del guerrero que habita en mi, supera las dificultades y los bloqueos energéticos que se cruzan en el camino, el guerrero ancestral no pide donde estar, ni exige condiciones especiales, solo se ajusta a su campo de batalla, donde su elevada espiritualidad sobrepasa los laberintos de la confusión.