Renaisment

viernes, 8 de abril de 2011

Victoria Perdida

Te acercas a mis sueños como si quisieras tocarme con esa llama de desquicio que te acostumbra… he ordenado a mi cerebro desterrarte de mis recuerdos, sin embargo cada que lo intento viene un pensamiento que bloquea cualquier supresión de ti en mi.
Me quede con la esperanza de que entraras en razón y asumieras como una orden lo que yo trataba de enseñarte en los miles de lenguajes que he empleado para comunicarme con las mentes de las personas, otra vez gano el perspectivismo en tus decisiones y te metiste a lo que yo considero un infierno.
Ese infierno está lleno de abogados… te penetran con sus formas, con sus falsedades, con su destrucción, con su avaricia y si no está de más mencionar, también de su estupidez. Si me propondría ser visceral como lo intentan ellos, es mi estado natural… he vivido enojado, con que no sé, pero soy un hombre de enfermedades crónicas, pero eso no conlleva que sea yo un hombre lleno de quejidos, arrogancia y miedo… voy para adelante, acompañado de la comunidad y muchas cosas congratulantes, pero como ocultar mi dolor, cuando te veo transgredida por criaturas que muchas de ellas las encerré en el infierno y tu te has encargado de que destruyeran lo poco construido entre nosotros.
No obtuve la Victoria contigo, ni me arrepiento de haberme arrojado tras ese Venus… tras ese volcán, tras ese éxtasis que explayabas… pero me voy contento de que hayas encontrado quizás tu camino correcto, y la compañía perfecta.

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