Renaisment

jueves, 9 de diciembre de 2010

El Yoyiringo

Hoy te dedico unas líneas… tus orejas siempre se movían para reaccionar a lo que te decía, supliste a los millones de amigos imaginarios que siempre había alimentado en mi cabeza, estremecías mi ser con un solo ladrido, más que 100 mil voces por minuto, cosa a la que estaba acostumbrado en su momento. Te invente miles de apodos, pero solo el tono de voz efectuado en expresar alguno de ellos era uniforme, me reconocías en cada una de las diferentes voces caracterizadas que creaba, corrías a mi lado y te enojabas cuando yo así lo estaba.
Fuiste la primera criatura que bese, la primer bestia que le brinde mi inmenso amor sin complejos y sin restricciones… el amor que simboliza el perro, el declarado mejor amigo del hombre. Te adentraste en mí SER y ahora te fusionas con mis recuerdos para no irte jamás, mi bella Yoyiringo.
Quemare mis penas, para recordar lo mejor de nuestros momentos juntos.

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