Renaisment

jueves, 14 de noviembre de 2013

Padme Hum

Las gaviotas habían ya destrozado mi cuerpo, cada una de ellas me dejaba sin órganos vitales y sin gestos, mi pulso se derramaba con mi sangre y los sancudos me acechaban. De repente llego una zopilota, quizás olio mi muerte desde lejos. Lo que hizo fue levantarme, limpiarme, motivarme y lanzarme al aire...  mientras mis cenizas caían, me percataba de como me reconstruía.
Hace tanto que me convertí en una bestia humana, que olvidaba mi silueta, la de un fénix.

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