Me siento tentado a matar a todos estas alimañas que se creen dios sin espejo para insectos, "chingaqueditos" como decía mi abuela, simios aduladores, sínicos, perezosos e inútiles para la vida. Poder por el poder, sin interesarse en demás cosas.
Pido con todo mi corazón a las deidades de este reino, que no los dejen entrar, mi fuerza se agota al intentar poner "diques", cada vez duran menos, su visceralidad y funcionalidad destructora cada vez es más intensa.
viernes, 20 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario