Los estruendos de la lluvia purificando mi cuerpo, me absolvieron de todo sentimiento contradictorio, la vida me necesita fuerte y yo a ella equilibrada.
EL deslizador después de haber escuchado los lamentos de los sajones, regresa a su escenario normal, en donde cumple los compromisos de la vida buena.
miércoles, 18 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario